El grupo Michelin hace especial hincapié en la prevención de estas situaciones.
Si un conflicto de intereses se detecta en un primer momento, el Grupo puede adoptar medidas para evitar o mitigar este riesgo y protegerse de las consecuencias legales, que podrían ser importantes.
La declaración de buena fe de un conflicto de intereses no penaliza a la persona afectada, sino que, por el contrario, se considera una demostración del respeto a los principios éticos que rigen las actividades del grupo Michelin.