Es la separación entre la superficie del neumático y la carretera creada por una capa de agua.
Esta situación ocurrirá gradualmente con lluvia intensa, tanto si se aumenta la velocidad del vehículo como si se acumula la cantidad de agua en la carretera.
Las condiciones de aquaplaning que suponen la pérdida total del control del vehículo, sólo afectan al 1 % de los casos en carretera y al 0,1 % de los accidentes.
Ocurre cuando los cuatro neumáticos pierden adherencia total con la carretera.
Es un suceso poco frecuente, en la mayoría de los casos sólo una parte del neumático pierde el contacto con la superficie de la carretera.
Si conduces sobre un charco de agua, puede ocurrir que sientas una tensión en los neumáticos afectados. Esta fuerza crea una asimetría, pero en este caso el contacto de los neumáticos con la superficie de la carretera se mantiene, al menos parcialmente.